Sigo en esta discordia de mi parte racional y sensorial; y sigo sin poderla unificar.El arrebato de las ilusiones es fuerte, sigo procesando esa parte.
Todo comenzó con la ilusión de entrar a un nuevo círculo, de ver nuevos intereses, de corroborar mis nuevos intereses. Así pues vino lo nuevo, con alta expectación y apareciste tú.
Lo más lindo que puede sucederle a una persona es obtener lo que anheló o lo que pensó imposible, y es aún más lindo si la otra parte también era recíproca. Entonces todos los sentimientos se potenciaron al 1000 por ciento, fue una sensación incomparable, hasta me atrevería a decir que es la más fuerte-intensa-linda por la que he pasado; obtener eso anhelado y ver que respondía a ese sentimiento del amor.
He aquí que se suscita la discordia pues entre tantos cambios y con tantas nuevas experiencias no pude digerir bien lo ocurrido y mientras crecía una parte de mi la otra quedaba olvidada y no supe balancear las cosas.
El tiempo, ese amigo incondicional que tenemos, o lo tenemos que nombrar ¿enemigo? que cuando quiere va más rápido y luego vuelve a decaer, no me dejó digerir lo que estaba pasando. Y sí, también mi vida pasada se hizo presente en estas diásporas que aparecían rotundamente a mis ojos. Mi falta de límites, mi falta de expresividad, mi necesidad de que alguien me protegiera, mi necesidad de dar amor sin recibir nada a cambio. Así es este fue un caso de psicología donde el pasivo y el controlador se encontraron.
Entonces el color de rosa se desvaneció, solamente quedó la realidad, esa falta de comunicación, las pocas ganas de ceder, el masoquismo de por medio, la codependencia. Efectivamente eso lo puedo decir ahorita, después de que pasó algún tiempo y que te sientas a contemplar los hechos, en el momento solo era una frustración-tristeza-impotencia-ilusión que no podía dar cabida a nada más.
Así pues se pasó a promesas del cambio, a los nuevos ímpetus por hacer algo nuevo, mientras uno pasaba a su reencuentro mismo y otra pasaba a su desvanecimiento total, a ese desfiguramiento tan doloroso, que es de perderse a uno mismo, de no saber ni quién carajos eres.
Nuevos ciclos vinieron a flote, nuevas decisiones, nuevas esperanzas. Porque todo esto que pinta una relación enfermiza que así fue, se basó en ciclos y en abrir y cerrar una y otra vez la herida, sin tener compasión de nada, y de invertir el tiempo al por mayor. Así fue que la decisión más importante de mi vida nació, fue irme lejos, huir para una revalorización de mi persona, para que nadie ni nada me controlara, estabas lejos, y no sé si fue tu ego lo que te gano, o de verdad esas ganas de estar conmigo pero volviste, dijiste que ibas a estar conmigo hasta el final y no me puedo quejar así fue.
Me diste el último empujón para ser valiente, pero si lees bien lo que he escrito, todo radica en hacer algo junto a ti, nunca me mencioné como un ente aparte, pobre de mi. Yo tenía nuevamente la ilusión de que todo iba a funcionar, fue tu negatividad, la falta de compromiso, las expectativas, la falta de comunicación y no entender lo que estaba pasando que todo se fue a la mierda. Eso nunca lo vas a entender, estar en otro lado diferente con TODO nuevo, en un idioma que apenas entiendes, y comprendo tu postura fue mi decisión, pero no estuviste ahí para apoyarme, yo te necesitaba, me faltó un poco tu madurez, porque lo reconozco eres muy inteligente y a veces puedes ver cosas que otras personas no, a veces puedes ver más allá, puedes leer a las personas de una manera muy eficaz.
Volví hacerme la mártir para que no te fueras de mi lado, aún así te fuiste nos perdimos, y todo lo mandé a la mierda, me valió la vida, me valió las responsabilidades, solo quería aliviar mi dolor, quería gritar, ya no sentir, y eso fue lo que hice, me envolví en un juego crucial, que lo disfruté, me divertí, exploté esa parte de mi que tenía guardada.
Pero nuevamente por las nuevas tecnologías existentes llegaba inmediatamente a ver que habías hecho tú, a compararme a ver si aún pensabas en mi, a ver si todavía tenía un lugar dentro de ti, y nada apareció. Lo que leía era un nuevo tú con su libertad, con un descubrimiento en ti que no habías tenido en toda tu vida. Y me sentí robada, traicionada, vacía porque a ese hombre lo había formado yo, había salido de la inversión de todo mi ser, era MI creación, era mi otra parte, y ni las gracias habías dado, simplemente diste la media vuelta y se acabó.
El regreso es lo más duro que me ha pasado, fue poner en orden mis sentimientos mis pensamientos, verme en una ciudad que ya conocía y adaptarla a la nueva Laura. Qué difícil ha sido no tienes idea, y tú la pintas tan fácil, como si todo fuera en un abrir y cerrar de ojos. A veces uno necesita ser más pragmático, dar vuelta a la página y ¡zaz! se acabó, pero yo buscaba respuestas, buscaba una explicación y creo que al fin la encontré, es que el amor se va, se asoma, te atrapa y se va no tiene compasión.
Supongo que nuestros actos influyen muchísimo en la renovación del amor, pero esta es la situación si una parte quiere y la otra no, ¿cómo pueden encajar? Así pues con la fuerza que me quedaba y el coraje que fue mi motor levanté mi silueta que estaba aplastada en el concreto de la calle, y comencé a pintarla.
Aún me falta retocarla, y cuando parece que la he terminado, sigue apareciendo tu recuerdo en oleadas de melancolía, que me detienen la mano y me hacen mirar hacia atrás, ahí donde solías estar.